La inestabilidad del mercado de la energía es, a día de hoy, una de las mayores preocupaciones para las empresas. La incertidumbre geopolítica ha provocado un alza de los precios hasta máximos, con una incidencia directa en los costes de producción. Este contexto, en el que se esperan pocos cambios a corto y medio plazo, exige a las empresas dotar de recursos la gestión de este abastecimiento.
El mercado de la energía tiene un funcionamiento complejo y requiere un profundo conocimiento de su operatividad, de las estructuras de precios y de los diferentes términos de contratación. Buscar proveedores, comparar cotizaciones, negociar tarifas y la comprensión de las tendencias son clave y exige cualificación y experiencia. Hablamos de un perfil profesional que no existe en la mayoría de las empresas.
La figura del asesor energético tiene como cometido llenar este vacío. Entre sus competencias está desde examinar e identificar sus necesidades, encontrar precios competitivos y optimizar el consumo, hasta explorar las opciones y beneficios de invertir en energías renovables y guiar en el proceso de implementación. Todo ello en aras de desarrollar una estrategia sólida con soluciones creativas fiables que funcione en su negocio.
Los servicios de un consultor energético que dispone de toda la información del mercado y de los nuevos avances tecnológicos en este campo, hoy es un activo que le aportará tranquilidad, sabiendo que el aprovisionamiento de energía de su empresa está en manos de un profesional especializado.
